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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su disposición a ordenar operaciones militares dentro del territorio mexicano contra cárteles del narcotráfico, en una entrevista con la periodista Dasha Burns del medio Politico. “Sí. Yo lo haría. Claro que lo haría”, respondió Trump al ser consultado sobre la posibilidad de realizar acciones similares a los bombardeos llevados a cabo recientemente en el Mar Caribe y el Océano Pacífico.
La entrevista, realizada en la residencia presidencial, tuvo lugar en medio de una creciente escalada militar estadounidense en América Latina y el Caribe bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico. Trump evitó profundizar en los detalles de posibles ataques en México, a pesar de haber amenazado repetidamente con esta medida desde su campaña electoral de 2024.
El mandatario también acusó a Venezuela de ser una fuente clave del tráfico de fentanilo hacia EE.UU, y aseguró que “manda muchas drogas”. Según Trump, “estos botes [los que ataca Estados Unidos] provienen en gran medida de Venezuela, así que yo diría que es significativo. Se pueden ver las drogas. Se pueden ver las bolsas en todo el bote”.
Además, declaró que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, tiene los días “contados”, y no descartó una invasión terrestre: “Sus días están contados”, afirmó. El inquilino de la Casa Blanca acusa mandatario venezolano de liderar supuestamente el llamado “Cartel de los Soles”, sin presentar evidencia que respalde dicha acusación.
El gobierno estadounidense ha desplegado una operación militar bautizada como “Lanza del Sur”, que ha destruido al menos 20 embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de 87 personas asesinadas de forma extrajudicial desde septiembre.
La acción ha generado polémica incluso dentro de Estados Unidos. Grupos de derechos civiles presentaron una demanda federal este martes para exigir al Gobierno de Trump que revele la “justificación legal” de estos ataques. En su argumento, las organizaciones denuncian que “afirmar que son legales sin aportar pruebas muestra el desdén de Trump por la transparencia básica, los derechos humanos y el imperio de la ley”.
Por su parte, el gobierno venezolano califica las amenazas de Washington como una “intensa guerra psicológica”, cuyo objetivo real sería “sacar a Maduro del poder para acceder a las reservas petroleras del país”. La escalada militar ha generado preocupación regional e internacional, y ha sido rechazada por amplios sectores de la sociedad estadounidense.
El pasado sábado 6 de diciembre, miles de personas salieron a las calles en varias ciudades de Estados Unidos bajo el lema “¡Detengamos la guerra antes de que empiece!”. La movilización, coordinada por una coalición de organizaciones progresistas, denunció que “la gente está comprendiendo los pretextos absurdos y retorcidos que la administración Trump ofrece sobre el narcotráfico, para lo cual no ha aportado ninguna prueba”.
Los manifestantes también criticaron la supuesta autorización del secretario de Defensa, Pete Hegseth, para ejecutar órdenes como “mátalos a todos” y realizar ataques ilegales de “doble toque” contra sobrevivientes. “El mundo entero considera todo esto evidentemente ilegal y exige la paz”, señalaron en una misiva pública.
Según datos del portal estadounidense ANSWER, el 70 % de la población estadounidense se opone a una intervención militar contra Venezuela, lo que refleja una creciente resistencia interna a la política exterior agresiva de la administración Trump.
Internacionales – La Época – Con sentido del momento histórico
