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La entrada La valentía y la resistencia del pueblo boliviano y de Arce frenaron intentona golpista apareció primero en La Época – Con sentido del momento histórico.
La Paz (ABI). – En un año marcado por desafíos políticos y sociales, el pueblo boliviano demostró una vez más su inquebrantable espíritu de lucha y resistencia. Bajo el liderazgo del presidente Luis Arce, Bolivia ha enfrentado y superado una intentona golpista que amenazaba con desestabilizar al país.
La unidad y determinación del pueblo, junto con la firmeza del Gobierno, han sido clave para preservar la democracia y el orden constitucional.
La tarde del 26 de junio de 2024 quedará en la memoria de los bolivianos y bolivianas por la intentona golpista de civiles y militares dirigidos por Juan José Zúñiga, hecho inédito que fue resistido por la valentía del pueblo que se autoconvocó y defendió al presidente Luis Arce.
El centro del poder político en Bolivia, la plaza Murillo, fue el escenario de operaciones. Aproximadamente a las 14h30, de forma sorpresiva, un contingente militar fuertemente armado y acompañado con tanquetas blindadas con ametralladoras, tomó el control.
En los alrededores del “kilómetro 0” todo era confusión y especulación, la gente miraba con asombró cómo militares tomaban la plaza y desalojaban a comerciantes y transeúntes.
Fue hasta que el presidente Arce denunció, a través de sus redes sociales, que existían “movimientos irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano”, y poco después, rodeado de sus ministros de Estado, denunció mediante un video que se trataba de una intentona golpista.
La asonada golpista se gestó en medio de tensiones políticas y económicas, pero fue rápidamente neutralizada gracias a la movilización masiva de ciudadanos y el apoyo de las fuerzas policiales.
Fueron las organizaciones sociales, trabajadores y juntas vecinales en diferentes regiones del país, quienes salieron a las calles para repudiar el atentado al orden constitucional.
Las calles en La Paz se llenaron de manifestantes que, con pancartas y consignas, expresaron su rechazo a cualquier forma de interrupción del orden democrático, de un Gobierno que fue elegido con más del 55% de votos en las urnas.
La Central Obrera Boliviana (COB) se declaró en estado de emergencia y huelga general indefinida para defender la democracia. Se convocó de urgencia a los trabajadores de base a trasladarse a la Sede de Gobierno para recuperar el orden constitucional.
En tanto, en la plaza Murillo una de las tanquetas tumbó la puerta principal de Palacio Quemado con el objetivo de llegar hasta la Casa Grande del Pueblo, donde Arce y sus ministros mantenían la reunión de gabinete.
Zúñiga, el entonces comandante de la Fuerza Aérea, Marcelo Zegarra, y de la Armada, Juan Arnez, descendieron de la tanqueta y ni bien llegaron al ingreso de Palacio Quemado les hizo frente el presidente Arce, quien acompañado de sus ministros impidió su ingreso, demostrando valentía y ordenó desmovilizar a la Policía Militar y replegarse a sus cuarteles.
“Yo soy su capitán. Aténgase a mi orden. Devuelva a toda la Policía Militar a sus cuarteles en este momento. Si usted respeta el mando militar, repliegue todas las fuerzas en este momento”, conminó Arce. Sin embargo, recibió una negativa de Zúñiga.
En un radio de una cuadra alrededor de la plaza Murillo, militares encapuchados formaron columnas con apoyo de mallas de metal, mientras que, en la Casa Grande del Pueblo, Arce y su gabinete permanecían con la decisión de resistir.
Para entonces, ya cientos de personas se apostaron en las calles circundantes a la plaza Murillo y prendieron fogatas para aminorar los gases lacrimógenos lanzados por los militares en un intento por dispersar a los movilizados.
“¡Golpistas!, ¡golpistas!”, gritaban los autoconvocados y los militares respondían con gases e incluso balines.
Se vivieron momentos de tensión, se registraron 14 heridos por disparos de balines y lanzamiento de gases lacrimógenos.
La toma militar terminó pasadas las 17h00 de ese mismo día, tras que Arce posesionara a nuevos mandos militares.
El nuevo comandante del Ejército, José Sánchez, ordenó a los militares movilizados retornar a sus unidades y aseguró el respaldo al Gobierno legalmente constituido.
“Es una situación especial porque nadie desea la imagen que estamos viendo en las calles, por eso que ahora, en mi condición de Comandante General del Ejército y en representación de los tres comandantes de fuerza pido, ordeno y dispongo que todo el personal movilizado en las calles debe retornar a sus unidades”, conminó el nuevo comandante.
Junto a Sánchez, fueron posesionados el comandante de la Fuerza Aérea, Gerardo Zabala, y de la Armada, Wilson Guardia.
Pasadas las 18h00, los militares dejaron plaza Murillo. Desde el balcón de Palacio Quemado, el presidente Arce agradeció a los cientos de ciudadanos que se habían autoconvocado.
“El pueblo movilizado ha hecho posible retroceder a esta intentona golpista, gracias pueblo boliviano”, afirmó Arce, ante una multitudinaria concentración que minutos después, al salir de Palacio Quemado, lo levantó en hombros.
En un mensaje a la nación, destacó la importancia de la unidad y la resistencia pacífica como herramientas fundamentales para defender la democracia.
“Saludamos y expresamos nuestro más sincero agradecimiento a nuestras organizaciones sociales y a todo el pueblo boliviano, que salieron a las calles y se expresaron a través de distintos medios de comunicación, manifestando su rechazo a la intentona golpista, que lo único que hace es dañar la imagen de la democracia boliviana a nivel internacional y generar incertidumbre innecesaria en momentos en los que las y los bolivianos necesitamos trabajar para sacar adelante al país”, escribió el jefe de Estado en sus redes sociales.
Investigaciones
Desde el Gobierno exigieron dar con todos los autores intelectuales y el financiador del intento de golpe de Estado que pretendió romper la institucionalidad democrática.
En tanto, la Fiscalía activó de manera inmediata el inicio de la investigación penal en contra de Zúñiga y todos los demás partícipes.
Uno de los primeros aprehendidos fue Zúñiga, poco después de estar refugiado en instalaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.
Entre los procesados están los excomandantes del Ejército, Juan José Zúñiga, de la Armada Boliviana, Juan Arnez, y de la División Mecanizada de Viacha, Edison Iraola.
Por ello, ahora los militares se enfrentan a cargos de participación en un levantamiento armado y terrorismo, contra el Gobierno de Luis Arce y podrían llegar a tener una condena de hasta 20 años de prisión.
Hasta agosto, más de 60 personas declararon ante la Fiscalía sobre lo sucedido el 26 de junio. Entre los testimonios, existen quienes afirmaron que el señor Zúñiga lideró, conjuntamente, un staff conformado por comandantes de la Policía Militar del Comando Estratégico Operacional y de otras estructuras importantes.
Más de 30 personas, entre civiles y militares, son investigados por este hecho que marcó el 2024.
El 06 de septiembre, el excapitán de Ejército, Marco Caviedes, ayudante del exgeneral Zúñiga, fue condenado a tres años de cárcel por el golpe de Estado fallido, informó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
Caviedes se sometió a un proceso abreviado, después de haber aceptado su culpabilidad en la acusación por los delitos de alzamiento armado contra la Seguridad y Soberanía del Estado.
El 28 de noviembre, el exjefe de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (FFAA), mayor Miguel I., también pidió someterse a un juicio de procedimiento abreviado.
Según Del Castillo, con esta sentencia “se demuestra la planificación y ejecución del golpe militar fallido, dando así los primeros pasos para dar con la verdad de lo acaecido ese fatídico día para la democracia”.
“Las investigaciones apuntan claramente a que hubo un trabajo previo en complicidad de civiles y militares para el golpe de Estado del 26 de junio”, dijo Arce recientemente en una charla con los periodistas.
A diferencia de la protesta civil de 2019, el 26 de junio se trató de un desplazamiento militar con planificación previa, recordó en su momento la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, que incluía la participación de grupos de élite y la toma del poder.
Baja definitiva para generales
El Tribunal Superior de las Fuerzas Armadas (FFAA) determinó, el 01 de agosto, la baja definitiva -sin goce de haberes, grado, honores y uniforme- de cinco generales implicados en el golpe de Estado fallido.
La baja fue dictada contra los ahora exgenerales: Juan José Zúñiga, excomandante del Ejército; Marcelo Zegarra, excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB); Juan Mario Ponce Sandi, que pertenecía al grupo de Inteligencia de Zúñiga; Franz Ordóñez Menacho y el almirante Juan Arnez, excomandante de la Armada Boliviana.
Resistencia pacífica
La intentona golpista de junio de 2024 no es un hecho aislado en la historia reciente de Bolivia. Desde la crisis política de 2019, el país ha vivido momentos de gran incertidumbre y polarización. Sin embargo, cada desafío ha sido enfrentado con una renovada determinación por parte del pueblo y sus líderes.
La resistencia pacífica y la movilización ciudadana han sido constantes en la defensa de la democracia y los derechos humanos.
En este contexto, el papel de las organizaciones sociales y los movimientos indígenas ha sido crucial. Estas entidades han jugado un rol fundamental en la articulación de la resistencia y en la defensa de los intereses de las comunidades más vulnerables. Su participación activa en las protestas y su capacidad de organización han sido determinantes para frenar la intentona golpista y asegurar la estabilidad del país.
Según la expresidenta de la Comisión de la Verdad, Nila Heredia Miranda, “los golpes de Estado, por la historia, por la experiencia, no se dan de la noche a la mañana (…) siempre son preparados”.
En el caso de junio, “los altos mandos” no se arriesgaron de la noche a la mañana, sin previa preparación”.
“Están viendo el tipo de reacción de la población, qué tipo de articulación hay (…). Nos tiene que llamar la atención para articularnos. No se trata de una defensa de la democracia cualquiera, se trata de un proceso político que nos ha costado vidas. Es un Estado Plurinacional”, dijo Heredia.
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