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El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó la inflación de noviembre en Argentina se aceleró por tercer mes consecutivo. El índice alcanzó un 2,5 por ciento, su mayor nivel en siete meses, con una variación acumulada anual del 27,9 por ciento y un incremento interanual del 31,4 por ciento. El aumento sostenido en el precio de la carne influyó directamente en este resultado.
Los rubros con mayores incrementos fueron vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un 3,4 por ciento, por alzas en tarifas. El transporte se elevó un 3 por ciento debido a subas en boletos de colectivo y subte en el Gran Buenos Aires. Alimentos y bebidas no alcohólicas subieron un 2,8 por ciento, impactadas principalmente por la carne y frutas.
Las consultoras Equilibra, EcoGo y Adcap Grupo Financiero ya habían anticipado una medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 2,5 por ciento. María Castiglioni, economista de C&T Asociados, enfatizó que «el aumento de alimentos sensibles como frutas, carne y aceites, tiene un impacto directo en el costo de la canasta básica y en la indigencia». Consecuentemente, una familia tipo requirió 566.364,43 pesos argentinos para no ser considerada indigente en noviembre.
Gonzalo Carrera, economista de Equilibra, sostuvo que la inflación interanual se aceleró por primera vez en dieciocho meses en 0,1 puntos porcentuales. «Actualmente se registra más inflación que doce meses atrás», subrayó, comparando el 2,5 por ciento de este año con el 2,4 por ciento de noviembre de 2024. Esto «hace más complejo desinflar la economía», agregó.
Para diciembre, Federico Filippini, head of research & strategy de Adcap Grupo Financiero, proyecta una inflación del 2,3 por ciento, aunque observa «riesgos sesgados al alza por incrementos en precios regulados y alimentos». EcoGo también prevé un 2,3 por ciento para el último mes del año, según Bisang. Esta cifra se atribuye a la dinámica de consumo estacional y las alzas en transporte y combustibles.
C&T Asociados advierten sobre una nueva aceleración de precios en la primera semana de diciembre, con la carne como factor principal, aunque se observa una moderación en la segunda. Castiglioni anticipa que la variación interanual superará el 30 por ciento. Desde Aldazabal y Cia, se proyecta una reanudación de la desinflación gradual para el primer trimestre de 2026. No obstante, alertan que «la reciente relajación monetaria y un posible cambio en el esquema cambiario podrían generar presiones temporales adicionales».
La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, criticó al actual mandatario de Argentina, Javier Milei, a la senadora Patricia Bullrich y al ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, a raíz de la inflación del 2,5 por ciento registrada en noviembre de 2025. La exmandataria argumentó que durante su gestión los aumentos de precios fueron menores sin la aplicación de un «ajuste brutal» ni la toma de deuda externa.
Kirchner consideró que esto ocurre tras «el ajuste más grande del que se tenga memoria sobre salarios, jubilaciones, obra pública y recursos de las provincias», un nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 20 mil millones de dólares, y la ayuda de Donald Trump y Luis Caputo para tomar más deuda.
La exmandataria enfatizó que todo esto se da además en un contexto de consumo en caída libre y el cierre de fábricas y comercios. «¿En serio que todo marcha de acuerdo al plan?», cuestionó.
La expresidenta argentina comparó la situación actual con noviembre de 2015, en un mensaje publicado en la red social X, en el que adjuntó una imagen de Patricia Bullrich y Federico Sturzenegger mostrando el «IPC Congreso» de aquel entonces, que registraba un aumento mensual del 2,4 por ciento. Kirchner recordó que ese índice informal era una repetición del publicado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Mauricio Macri en esa época, y que Bullrich y Sturzenegger difundían con indignación.
La titular del Partido Justicialista destacó que la inflación de 2015, difundida con crítica por Bullrich y Sturzenegger, era «más baja» que la actual bajo la administración de Milei, asimismo, subrayó que ese guarismo se había logrado sin recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y después de haber saldado préstamos que, según dijo, «otros habían pedido y gastado».
Kirchner recordó que en su gestión, Argentina tuvo «los salarios y las jubilaciones más altas de América Latina», con políticas sociales como la entrega de computadoras a estudiantes, remedios a jubilados y pensiones a personas con discapacidad, además de la puesta en órbita de satélites.
La aceleración de precios se mantiene en diciembre, con estimaciones de inflación del 2,3 por ciento, debido a la suba de la carne y los precios regulados como el transporte y la electricidad. Expertos prevén que la variación interanual se ubicaría por encima del 30 por ciento a fin de año.
En ese contexto, casi la mitad de los hogares argentinos debe recurrir a ahorros y endeudamiento para cubrir sus gastos, una revelación que evidencia el colapso económico y social del país. La situación es una consecuencia directa de las políticas de ajuste implementadas por el Gobierno de Javier Milei.
El severo deterioro del poder adquisitivo se manifiesta en el brutal aumento del costo de servicios públicos y una morosidad récord. Esta crisis se agrava con la contracción industrial, lo que refleja el estancamiento económico del país.
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