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Brasilia-. Brasil califica hoy de inviable la exigencia del presidente francés, Emmanuel Macron, para destrabar el dilatado acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Según el columnista Jamil Chade, del portal UOL, París no ha cerrado la puerta a un tratado, pero para la administración de Luiz Inácio Lula da Silva puso una condición imposible: la inclusión de una cláusula de salvaguardia para regular el comercio de productos agrícolas brasileños en Europa.
«Lo que Macron sugerirá es que, si se produce un cambio en la legislación europea en materia sanitaria, ambiental o de producción agrícola, el Mercosur debería adoptar una norma similar para que el producto entre en la UE libre de aranceles», refiere el comentarista.
Para asegurar la aprobación de este cambio, el Gobierno francés intensificó una maniobra diplomática a través de la UE para obtener los votos suficientes para presionar al Mercosur e impedir la aprobación del tratado en su forma actual.
Sin embargo, precisa Chade, fuentes de alto rango de Brasilia indicaron que la propuesta es inasequible y advirtieron que la maniobra gala no es más que un pretexto para frenar el acuerdo, en busca de una compensación.
La evaluación también indica que la UE no presentó el requisito en las negociaciones con Estados Unidos, India e Indonesia.
Esta semana, Lula aprovechó su visita a Francia para insistir en que, al asumir la presidencia del Mercosur en el segundo semestre del año, trabajará para asegurar que el acuerdo entre ambos bloques se concrete finalmente, 25 años después del inicio del proceso.
«Abre tu corazón», le pidió a Macron. La negociación entre el Mercosur y la UE concluyó a finales de 2024, pero para su aprobación, los gobiernos nacionales deben emitir su voto.
Francia advierte que, en las condiciones actuales, no aceptará el pacto. No obstante, podría reconsiderarlo si se atienden sus preocupaciones, especialmente en el sector agrícola.
La pequeña brecha abierta por Macron fue vista con optimismo en el Mercosur. «Es como si estuviera guiñando el ojo y diciendo: ‘Estoy listo para negociar’», admitió un diplomático.
Pero ahora se busca otra salida que no involucre las exigencias de París, que el Mercosur considera insuperables.
De acuerdo con Chade, el Gobierno teme que «el mecanismo se convierta en un instrumento para cerrar el mercado europeo de la noche a la mañana».
En los últimos años, Francia presentó varias propuestas con la misma intención, siempre rechazadas por el Mercosur.
Brasil en la práctica no necesitaría la aprobación del palacio del Elíseo para cerrar el convenio. Según las reglas, Macron no cuenta con suficientes votos en el Consejo Europeo para impedir la entrada en vigor del pacto con el Mercosur.
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