Un viaje emocional donde la protagonista descubre que sanar también significa aprender a sostenerse en medio del miedo
La autora madrileña Raquel García Fernández, nacida en Madrid y residente en Colmenar Viejo, irrumpe en el panorama literario con Donde se detiene el miedo, su primera obra publicada, de la mano de Letrame Grupo Editorial. Esta novela juvenil y romántica, escrita desde la intensidad emocional y una voz auténtica, se abre paso entre los lectores que buscan historias donde la luz y la fragilidad convivan con naturalidad.
El lanzamiento marca para García Fernández un paso decisivo: el de escribir no solo para sí misma, como venía haciendo desde niña en sus diarios, sino para compartir una historia íntima y honesta con el mundo. Un ejemplo inspirador para quienes buscan cómo publicar un libro o descubrir el proceso real que implica atreverse a dar el salto editorial.
Un origen íntimo: cuando la escritura nace en silencio
La semilla de Donde se detiene el miedo germinó en un lugar simbólico: una biblioteca. Mientras oposita para trabajar en una, Raquel comenzó a escribir allí, casi de manera instintiva, dejándose llevar por una mezcla de vivencias personales y observaciones silenciosas que, sin hablar directamente de ella, dieron vida a la protagonista: Luna.
La autora explica que la novela “no es autobiográfica”, pero sí está impregnada de su forma intensa de sentir y de mirar el mundo. Ese matiz contribuye a que cada escena respire autenticidad, algo que los lectores ya han subrayado en sus primeras opiniones, siempre positivas y alineadas con el tono emocional que la define.
Una historia sobre crecer, amar y encontrar el valor en medio del miedo
Donde se detiene el miedo relata el camino de Luna, una joven aparentemente común, pero que carga silenciosamente con heridas no atendidas. Su vida cambia cuando conoce a Eren, un chico cuya imagen de seguridad esconde un universo interior tan complejo como el suyo. Dos mundos opuestos que se encuentran, no por casualidad, sino unidos por ese “hilo rojo” simbólico que la autora utiliza para representar el destino.
Lo que comienza como un encuentro cotidiano se transforma en una aventura emocional que aborda temas como:
- la autopercepción y el descubrimiento personal,
- la amistad verdadera,
- el amor como impulso y refugio,
- la capacidad de detener el miedo, aunque sea por un instante.
La novela equilibra la cercanía de una historia juvenil con una profundidad que la conecta con lectores de todas las edades. A través de sus páginas, Raquel consigue que la vulnerabilidad no sea debilidad, sino punto de partida para un crecimiento íntimo y sincero.
Una voz nueva que promete quedarse
Raquel García Fernández describe su proceso creativo como “un camino bonito”, una experiencia que la ha animado a seguir escribiendo y que no descarta repetir en un futuro cercano. Su decisión de publicar con una editorial profesional supone además una referencia para quienes buscan publicar un libro o conocer cómo publicar un libro desde la experiencia real y accesible de una autora primeriza.
LETRAME, un impulso para nuevas voces
Letrame Grupo Editorial vuelve a posicionarse como una plataforma esencial para escritores emergentes, facilitando que autores como Raquel puedan transformar sus manuscritos en libros con sello profesional y presencia en los principales canales de venta. Su modelo editorial permite que voces jóvenes y prometedoras encuentren el acompañamiento necesario para dar forma a sus proyectos literarios desde la primera idea hasta la publicación final.
Un debut que ya está conquistando lectores
Aunque Raquel prefiere no anticipar expectativas de venta, reconoce que el simple hecho de que los lectores se acerquen a su obra ya es profundamente satisfactorio. Quienes la han leído destacan su escritura intensa y genuina, un sello que la autora asume como parte de su identidad literaria.
Donde se detiene el miedo no solo inaugura su trayectoria, sino que también abre paso a un universo emocional en el que Raquel García Fernández promete seguir profundizando. Un debut que llega para quedarse, tocando temas universales con la sencillez de lo verdadero y la fuerza de lo delicado.

